A veces solo quieres un cuento bonito para leer antes de dormir, sin más. Otras veces, lo que necesitas es algo que te ayude a explicar temas importantes que no siempre sabes cómo abordar. A mí me pasó con Con Tango son tres, y por eso le tengo tanto cariño. No es solo un cuento tierno, es una historia que acompaña y enseña sin dar lecciones.
Lo encontré justo cuando buscaba un libro para leerle a mi hija. Quería que, desde pequeña, entendiera que hay muchas formas de familia, y que todas merecen el mismo respeto. Siempre me ha gustado escoger libros que tengan algún mensaje, porque enseñar valores no siempre es sencillo. No siempre encuentras las palabras justas. A veces los libros nos salvan, ¿no te pasa también? Hay días en los que simplemente leer una historia juntos crea más conexión que cualquier explicación larga. Y si además esa historia abre puertas, mejor.
Con Tango son tres llegó a mí por Kalandraka, una editorial que me encanta desde hace años. Siempre que quiero regalar un libro bonito, o buscar algo diferente, recurro a su catálogo. Este cuento, en particular, lo publicaron en 2005, y sigue siendo igual de relevante. O más.

Una historia que ocurrió de verdad
Lo que me atrapó del libro fue descubrir que la historia que cuenta no es ficción. Roy y Silo eran dos pingüinos macho que vivían en el zoológico de Central Park. Llevaban tiempo incubando una piedra como si fuera un huevo. Sí, una piedra. Su cuidador, al ver el vínculo que tenían y su comportamiento, les confió un huevo real que había sido abandonado. Y fue así como nació Tango, la primera pingüina criada por dos papás.
No es algo inventado para ilustrar un tema, y eso se nota. Es algo que realmente ocurrió. Y esa verdad lo cambia todo. No hay que añadir nada más. Es tierno, natural y profundamente humano, aunque hable de pingüinos. La forma en que está narrado es muy sencilla, pero tiene una sensibilidad que emociona. Sin necesidad de discursos ni moralejas marcadas. Solo hechos. Y eso vale mucho.
Cuando lo leí con mi hija, vi cómo conectaba. Cómo sus preguntas salían solas. Cómo entendía, sin necesidad de que yo explicara todo. Y eso es lo que más agradezco. Que sea un libro que actúe como puente, que acerque temas importantes sin que se sientan complicados. Porque a veces, los cuentos dicen lo que uno no sabe cómo expresar.
Con Tango son tres: un cuento que abre conversaciones… y también debates
No todo fue color de rosa cuando este libro salió. Tuvo mucho éxito, sí, pero también despertó resistencias. En algunos sectores más conservadores, hubo rechazo. Y eso también habla de su importancia. Hay libros que incomodan precisamente porque muestran una realidad que algunos prefieren no mirar. Por eso sigue siendo tan necesario.
Yo lo recomiendo sin dudar. No porque forme parte de una categoría o porque toque un tema “de moda”, sino porque es una historia bien contada, con un mensaje real, y con una forma de narrar que respeta la inteligencia de los niños. No intenta convencer, ni adoctrinar. Solo cuenta algo que pasó y lo hace con una ternura increíble.
Además, es precioso. Las ilustraciones son muy cuidadas, con colores suaves y trazos que acompañan la historia sin quitarle protagonismo. El libro viene en tapa dura, resistente, de esos que aguantan bien las manos pequeñas y las lecturas repetidas. Un detalle importante cuando lo piensas como un libro para tener mucho tiempo, incluso heredarlo.
Y no es un libro exclusivo para familias LGBT. Todo lo contrario. Es una historia que cualquier familia puede leer y disfrutar. Porque habla de afecto, de vínculos, de cómo una familia se forma desde el amor, más allá de quién la compone.
¿Te gustaría conocer de cerca la historia de Tango y su familia?
Puedes encontrar Con Tango son tres aquí:
Y tú, ¿ya conocías la historia de Con Tango son tres?
Si has leído este libro con tus peques, o si tienes otros cuentos que ayuden a hablar de la diversidad familiar de forma bonita y sincera, cuéntamelo en los comentarios. Siempre viene bien sumar nuevas lecturas a la lista.
Y para seguir descubriendo historias que suman:
- Elmer el Elefante Multicolor – Un cuento que celebra la diversidad con ternura y mucho color.
- Las jirafas no pueden bailar – Una historia sobre la autoestima y la magia de encontrar tu propio ritmo.
- Orejas de mariposa – Perfecto para hablar con los peques sobre aceptar las diferencias y valorarse tal como son.
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