¿A qué sabe la luna? es un cuento infantil muy querido, uno de esos títulos que acaban pasando de casa en casa porque conecta tanto con los niños como con los adultos. Publicado por la editorial gallega Kalandraka, se ha convertido en un clásico moderno por la sencillez de su historia y la profundidad de lo que transmite. Todo gira en torno a un grupo de animales que intenta descubrir, de una forma tan absurda como divertida, a qué sabe la luna. Lo que parece solo un juego acaba convirtiéndose en una lección sobre la importancia de ayudarse unos a otros y disfrutar del esfuerzo compartido. Es un libro que engancha rápido a los peques y que, al mismo tiempo, deja a los padres con esa sensación cálida de haber leído algo con valor.

¿De qué trata este cuento?
La trama es sencilla, pero tiene una chispa que engancha desde la primera página. Un grupo de animales decide hacer algo tan imposible como divertido: probar la luna. Para conseguirlo se suben unos encima de otros, formando una torre tan frágil como ingeniosa, que provoca risas y expectación en cada lectura. Los niños disfrutan viendo cómo el grupo se organiza y cómo cada animal aporta lo suyo, esperando con impaciencia si al final lograrán alcanzar la luna. Lo que a mí más me sorprendió es que el mensaje llega de manera muy natural: sin sermones, sin forzar nada, simplemente mostrando que cuando trabajamos juntos las cosas se vuelven más fáciles… y también mucho más divertidas. Es de esas historias que parecen pequeñas, pero que dejan huella.
Kalandraka, una editorial con sello propio
Conocía la editorial gallega Kalandraka antes de toparme con este título, y ya me había conquistado con Luna y otros de sus libros ilustrados. Tienen un estilo muy reconocible: cuidan tanto el contenido como el aspecto visual, siempre buscando ese equilibrio entre belleza y mensaje. En ¿A qué sabe la luna? se nota esa misma sensibilidad: es un cuento con alma, capaz de entretener a los niños y, al mismo tiempo, invitar a reflexionar sobre lo que significa compartir y disfrutar del camino.
Algo que lo hace diferente es su formato alargado y sus ilustraciones en tonos más oscuros. No es lo que solemos esperar en un libro infantil, acostumbrados a colores llamativos. Confieso que al principio dudaba de si engancharía a mi hija, pero fue justo al revés: se quedaba embobada con cada página, explorando pequeños detalles que yo misma pasaba por alto. Me di cuenta de que a veces los adultos subestimamos a los niños, y este cuento demuestra que lo distinto también puede ser mágico. La calma, el misterio y la curiosidad que transmiten sus imágenes se han convertido en parte de la experiencia de leerlo juntos.

Aunque en la ficha técnica suele recomendarse para 0 a 3 años, mi experiencia es que ¿A qué sabe la luna? no tiene edad. Lo empezamos a leer cuando mi hija era pequeña, y hoy, con más de 4 años, sigue pidiéndolo de vez en cuando. Cada lectura nos ofrece un matiz distinto: a veces reímos con las ocurrencias de los animales, otras hablamos del sentido de ayudarse entre amigos, y siempre queda esa chispa que lo convierte en un cuento inolvidable. Es uno de esos libros que acompañan varias etapas de la infancia, y que los adultos también disfrutan cada vez que lo abren.
Lo que transmite este cuento
Lo que más valoro de ¿A qué sabe la luna? es que va mucho más allá de entretener. La aventura de los animales intentando alcanzar la luna es solo la excusa para transmitir valores que los niños pueden comprender desde muy pequeños: la importancia de colaborar, de confiar en los demás y de descubrir que juntos se llega más lejos. Todo aparece de manera muy natural, sin moralejas forzadas, como parte del propio juego. Al leerlo en casa hemos podido hablar de empatía, de amistad y de lo bien que se siente cuando uno aporta su granito de arena. Es un cuento que deja espacio para la reflexión, tanto en los peques como en los adultos.
¿A qué sabe la luna? es de esos cuentos que no se olvidan. Tiene una historia sencilla, un mensaje lleno de sentido y unas ilustraciones que atrapan a los niños una y otra vez. En casa lo hemos leído mil veces y siempre deja una sonrisa.
¿Quieres seguir descubriendo cuentos con mensajes bonitos? Echa un vistazo también a Lo más importante y a Con Tango son tres, dos lecturas diferentes que despiertan preguntas muy interesantes en los peques.
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¿Las opiniones? Siempre sinceras: solo recomiendo libros que conozco y que creo realmente útiles.
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