Buenas noches, luna: Un clásico imprescindible para la primera infancia
Que Buenas noches, luna sea un cuento infantil que siga vigente después de más de 70 años ya dice mucho. Se ha ganado un lugar en las bibliotecas de miles de familias y, a pesar de la cantidad de libros más modernos y llamativos, sigue siendo uno de los preferidos a la hora de dormir.
La autora, Margaret Wise Brown, junto al ilustrador Clement Hurd, logró algo que pocos libros consiguen: una historia que no pierde su encanto. No tiene giros inesperados ni ilustraciones llamativas, pero precisamente ahí está su magia. Su sencillez, su ritmo pausado y su estructura repetitiva lo convierten en un pequeño ritual que invita al descanso.
Si en casa necesitas una historia tranquila para cerrar el día, este libro puede convertirse en un gran aliado.
Lo que engancha a los más pequeños
A simple vista, las ilustraciones pueden parecer muy básicas comparadas con los libros actuales. Pero hay una razón por la que este cuento funciona tan bien con los más pequeños: la repetición. Cada noche, el conejito se despide de los objetos de su habitación, y poco a poco los niños anticipan lo que viene. Esa rutina, esa previsibilidad, les da seguridad.
Muchos niños no solo escuchan, sino que participan activamente, repitiendo las frases y despidiéndose junto al conejito. Para ellos, es casi como un juego, y eso fortalece su conexión con la historia.
La historia no tiene mucha acción: un conejito se va despidiendo de los objetos que hay en su habitación. Pero justo eso es lo que crea una sensación de calma. Hay repetición, ritmo, y ese tono suave que ayuda a que los niños se relajen.
Las ilustraciones también acompañan. Son simples, pero agradables. No hay colores estridentes ni mucho detalle, así que no distraen. Al contrario, ayudan a que el momento de la lectura sea tranquilo.
En casa lo hemos leído muchas veces. Y lo curioso es que no cansa. Es uno de esos cuentos que puedes repetir y repetir sin que los niños se aburran. Al contrario, empiezan a anticipar lo que viene, dicen “buenas noches” con el conejito, y se van metiendo en la historia.

Pros y contras desde la experiencia
Pros: Es ideal para crear un momento de calma antes de dormir. La estructura repetitiva capta la atención de los niños y favorece la relajación. Además, suele estar en edición de tapa dura, perfecta para manitas curiosas.
Contras: Si estás buscando una historia muy colorida o con mucho movimiento, quizás este cuento se quede corto visualmente. También puede parecer algo monótono para los adultos, pero esa repetición es justamente lo que más disfrutan los niños.

Mucho más que un cuento
Este libro no solo entretiene: ayuda a los peques a reconocer objetos, ampliar vocabulario, concentrarse y establecer una rutina diaria. Todo eso sin que se den cuenta, simplemente disfrutando de la lectura.
A muchas familias les ha ayudado a convertir la hora de dormir en un momento especial. Los niños no solo escuchan una historia: la viven, la repiten, y se sienten parte de ella. Y ese vínculo con los libros, cuando empieza así de pequeño, suele durar toda la vida.
Puedes encontrar Buenas noches, luna en Amazon. Si buscas una historia sencilla, pausada y llena de cariño, es una gran elección para acompañar la hora de dormir.
No será el más moderno ni el más llamativo, pero Buenas noches, luna tiene algo especial. Es un abrazo en forma de cuento. Una de esas historias que no necesitan nada más para funcionar.
¿Tienes un cuento favorito para la noche? Me encantará leerte.
Una idea bonita para después del cuento…
Después de leer Buenas noches, Luna, apagamos la luz y… ¡las estrellas empiezan a brillar en la habitación! Si a tu peque le gusta soñar con el cielo, la luna y las estrellas, estas pegatinas fosforescentes pueden ser una forma preciosa de seguir con la magia antes de dormir.


Para seguir reforzando la rutina del sueño con cuentos suaves, te recomiendo echar un vistazo a [Lo más importante], un libro delicado y perfecto para leer antes de dormir.
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